- Patos de Minas, Minas Gerais (Brasil). Nacida y criada en una familia católica, vivió una infancia marcada por el amor familiar y la fe. A los 9 años, sufrió la pérdida de su padre, un suceso que tendría un profundo impacto emocional.
- En la adolescencia enfrentó depresión y ansiedad. Aunque encontró sentido en el modelaje —ganó certámenes como Miss Continente Teen Sol Naciente y se preparaba para concursos mayores— sentía que aquello ya no satisfacía su corazón.
👑 Carrera como reina de belleza
- Destacada en su adolescencia en el mundo de la belleza, Kamila brilló en concursos hasta los 18 años. Su paso por los certámenes la llevó a convertirse en una figura conocida y prometedora en el modelaje.
- Sin embargo, en ese momento comenzó a cuestionarse su propósito y vocación personal. La fama, el glamour, las pasarelas… ya no llenaban su vida interior.
✨ El llamado a la vida religiosa
- A los 18 años, Kamila ingresó en el convento de la Congregación Sancta Dei Genitrix, liderada por el padre ortodoxo José Ribamar R. Dias. Al consagrarse, adoptó el nombre de Hermana Eva en honor a la Eva bíblica, símbolo de nueva vida y entrega a Dios.
- Narró que, al rezar el rosario y asistir a misa, se topó con la imagen de una monja cuya “luz intensa” le reveló su verdadera llamada. Ese momento fue decisivo para su conversión espiritual.
- “Ser la esposa de Jesús es una de las vocaciones más hermosas… renunciamos al mundo entero para vivir para Él”, declaró al programa The Noite.
📱 Popularidad en redes sociales
- Su tránsito de modelo a religiosa se viralizó en medios y redes: un video donde vendía artículos religiosos se volvió tendencia por su simpática presencia y belleza. ahora es apodada la “monja modelo”.
- En Instagram, forma parte del perfil @servasdemariasantissima, junto a otras religiosas. Comparte reflexiones, devoción y actividades comunitarias: rezos, momentos de servicio, oraciones… usando su presencia para atraer corazones a la fe.
- Aunque recibe propuestas de seguidores para “casarse” con ella o salir en citas, mantiene firme su decisión: vive una vida consagrada al servicio y la espiritualidad.
En las redes sociales
Kamila Rodrigues Cardoso, hoy Hermana Eva, encarna un cambio radical: una joven que brillaba en el modelaje y los certámenes de belleza, renunció a todo para encontrar paz y propósito en la vida religiosa. Desde su dolor personal —la muerte de su padre y la depresión— halló en la fe una fuerza transformadora.
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Ahora utiliza su belleza y popularidad digital para un fin muy distinto: inspirar a otros a través de la fe, el servicio y la devoción. Su historia rescata la idea de que la verdadera vocación nace del corazón y puede florecer en caminos insospechados.